No es difícil percatarse de que nos encontramos en un entorno caracterizado por un alto grado de complejidad e inmerso en continuas transformaciones con una evolución imprevisible. El informe presentado identificaba cinco fuerzas como las responsables de los cambios disruptivos que se producirán en el mundo:
1. Población
El movimiento poblacional se basará, por una parte, en la superpoblación de las ciudades, con la criticidad en infraestructuras y servicios que esto supone, y por otra, en el envejecimiento de la población.
2. Recursos
La clave de la sostenibilidad se encontrará en el equilibrio entre el consumo de energía, de alimentos y de agua, adquiriendo esta última una creciente importancia para la estabilidad del orden mundial.
3. Globalización de la economía
El mundo ya no es lo que era, y las empresas han de ser conscientes de que se producirá una explosión de nuevos consumidores procedentes de países fuera del actual G7.
4. Tecnología
Los avances de la tecnología y el conocimiento ofrecerán grandes oportunidades y mayores retos. Disciplinas como la biotecnología, nanotecnología, data-mining, robótica… no sólo supondrán nuevos mercados para las empresas, sino que, y lo más importante, influirán en la interacción social de las personas y en su estilo de vida.
5. Cambios geopolíticos
Las estructuras geopolíticas que creíamos perennes hace unos años se están resquebrajando y emergiendo a su vez otras nuevas, muchas de ellas sin tener aún un status definido. Por ello, el medio plazo resultará crítico para la definición del nuevo orden mundial.
Por tanto, ¿a qué se van a enfrentar las empresas en el medio plazo?
- A una población mayor, más envejecida, urbana, móvil y diversa;
- Al encarecimiento de los recursos y la necesidad de su sostenibilidad;
- A operar en diferentes mercados y captar información de cada uno de ellos;
- A la necesidad de adquirir más conocimiento;
- A la necesidad de anticiparse a cambios geopolíticos.
En este punto el lector se preguntará, ¿y qué tienen que ver todas estas reflexiones con un blog centrado en arquitectura? Pues es a partir de esta pregunta como quiero exponer mi primera reflexión. Desde mi punto de vista, los arquitectos tenemos o hemos tenido cierta tendencia a creer que vivimos en un universo paralelo y que estas macrotendencias ni nos afectan a nosotros ni al quehacer de la arquitectura. Pero, por desgracia, la crisis actual nos ha enseñado, y no precisamente con las mejores maneras, que no es que estemos con los pies anclados y muy anclados al Mercado, sino que es más, en España, el sector de la construcción es el pilar (y los cimientos, el cerramiento y la cubierta) de la economía nacional, a la que sí le influye la población, los recursos, la globalización, la tecnología y la geopolítica.
Es por ello por lo que creo que ahora es el momento de aprender de los errores del pasado, para no volver a desarrollar la actividad lejos de la realidade de la sociedad para la cual construimos.
Por tanto, y volviendo al informe de AT Kearney, en el medio plazo proyectaremos viviendas para una población más envejecida. Diseñaremos urbanismo para mega-urbes, en las que sostenibilidad y movilidad serán requisitos fundamentales. Construiremos edificios en los que la tecnología se integrará en la vida de sus habitantes.
Es momento para la innovación en la arquitectura. Porque esas viviendas para una población con una mayor esperanza de vida no pueden ser iguales a las construidas hace 50 años. Porque esas mega-urbes sostenibles no podrán desarrollarse sobre las estructuras actuales. Y por lo que es más, porque nuestros clientes demandarán una arquitectura más acorde a la realidad en la que viven, y no podemos volver a cometer el error de olvidar que el desarrollo de la arquitectura es también empresa, es decir, que ha de ofrecer un producto y un servicio demandado por el Mercado.
Que el futuro presentado por AT Kearney esté aún por llegar, no significa que el 2011 no pueda ser el año 1 de ese futuro para la arquitectura.
Feliz Navidad y mis mejores deseos para el 2011.
Arantxa, me temo que no se está haciendo nada en ese sentido. En su libro "Adios, ladrillo, Adios", José Luis Ruiz Bartolomé aclara que la innovación y el conocimiento del mercado son, actualmente, la única salida del sector que no depende de la financiación, y en ese sentido, ninguna promotora está encargando estudios de marketing para conocer qué se demanda o qué se va a demandar. Estamos en una situación en la que se piensa que "ya volverán los buenos tiempos, hay que esperar" y no va a ser así. Mal vamos.
ResponderEliminarEl mundo esta loco, y cosas que deben de ser de lógica, no se hacen, bien por intereses o por otras razones...
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