La verdad: cada vez que veo un artículo titulado "Las nosecuantas cosas que hay que hacer para esto o para aquello", salgo despavorido. En la vida no suele haber atajos. Uno no puede pasar de ser un escuchimizado físicamente a correr una Maratón porque hace 4 cosas que publicaron en el periódico hace un mes. Tampoco se puede pasar de ser un manirroto a ahorrar hasta 1.000€ por mes porque todas las semanas haces A, B y C. Cada vez que leo un artículo tipo "lista", no puedo evitar pensar "otro engañabobos motivacinal".
Supongo que la primera lista de repercusión mundial (ojo, y esta no la considero engañabobos) fueron los 10 Mandamientos, pero me da en la nariz que uno de los primeros libros que empezaron a ponerlas de moda fue el que titula este post, escrito por Stephen R.Covey, que se define a sí mismo como una especie de coach organizacional. Así que, cuando me lo recomendaron por primera vez, por no entrar en el tema dije que me lo apuntaba y lo olvidé en una nota de mi Evernote, hasta que la recomendación me llegó por distintas partes. Y cuando mucha gente que no se conoce y no suele tener nada en común, ni en cuanto a forma de pensar ni en cuanto a todo lo demás, habla de algo en el mismo sentido, mandando un mismo mensaje (esto es bueno o esto otro no lo es), me dice la experiencia que haga caso, porque suele ser así.
Y empecé a leerlo. Pensé que como empiezara recomendándome hacer flexiones cada mañana, lo tiraba a la basura. Pero mi sorpresa fue enorme. Prácticamente la primera parte del libro empieza diciendo lo que expresaba al comienzo del post: no hay atajos. Ser efectivo, tanto en lo profesional como en lo personal, nace de dentro. Y lo que está dentro se puede moldear. Pero hacerlo no es fácil. Buen comienzo. Covey habla del enorme esfuerzo que supone poner en práctica cada hábito, y de que el fin de todos ellos no es más que ser mejor persona (mejor animal, mejor artesano, mejor amigo y más santo) y que ser mejor persona, sirve para ser más efectivo, cerrando el círculo, afilando la sierra, como dice él.
El libro es magnífico. A veces ñoño (como este blog, reconozcámoslo), a veces lento, pero siempre práctico. No pide nada que no puedas cumplir. Yo me he dado cuenta de que suelo cometer muchos fallos que no me ayudan, gracias a esta lectura. Creo que Covey cumple su misión de ayudar a base de que seas mejor persona. Y poner en práctica los consejos en la vida real y en el trabajo (me encanta el de la proactividad) marca una direncia desde el primer minuto.
Leedlo, disfrutadlo y sufridlo poniéndolo en práctica para sentirte mejor en el largo plazo. No importa si sois tasadores, banqueros o fruteros. Sirve igual porque se trata e ser mejor persona. Yo, por mi parte, seré proactivo intentando no dejarme vencer de nuevo por los prejuicios. Quizá exista alguna lista de pasos a dar para evitarlos...
Podéis comprar el libro aquí.
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Curiosas coincidencias; hace apenas unas semanas que he leído el libro, que tenía pendiente desde que un amigo me lo regaló hace al menos tres años. Y ahora, buscando no se qué en la red, recupero este magnífico blog, que por razones diversas había dejado de seguir yme encuentro con este post. Mi sensación al leerlo (el libro) ha sido "uf, yo nunca seré como el Sr. Covey...", pero tampoco pretende que todo el mundo sea como él. A mí me sirve el "darme cuenta" de mis errores, aunque no los enmiende de inmediato, cosa harto difícil, el hecho de darme cuenta, ya lo sitúa en el presente
ResponderEliminarAlfredo, a mí me ha ayudado muchísimo el consejo de ser proactivo. Me quedo con la frase "si piensas que el prolema está en los demás, el problema eres tú" (o algo parecido). Y eso que es la primera fase de la alta efectividad! Saludos
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