Esta frase que titula este post es una de las más escuchadas por los tasadores al despedirnos de una visita. Las personas que nos muestran los inmuebles suelen mantener un grado de cordialidad elevado durante nuestra estancia allí y se muestran cercanos y amigables. Realmente se agradece, ya que las visitas a disgusto del visitado no son plato de buen gusto de nadie. Y cuando ya has terminado de realizar tus anotaciones y tienes una idea de por dónde van los tiros (una idea que debe ser confirmada luego en los cálculos) te sueltan el "táselo bien".
Mi respuesta siempre es la misma: "yo lo voy a tasar bien, seguro. Otra cosa es que el resultado esté en la línea de lo que espera".
Las presiones en este oficio son contínuas dado que, como suelo decir, somos el eslabón débil de la cadena del proceso creditticio. Es mucho más sencillo que nosotros variemos un valor que el comité de riesgos obvie un dato. Pero me gustaría que la gente entendiera que nosotros debemos dar un valor sostenible en el tiempo, que en el fondo, es importante para ellos que sea lo más neutro posible. Así quizá se hubiesen evitado muchos endeudamientos insoportables que llevan a ruinas y expropiaciones. Gajes del oficio...
La verdad, es que cuando he leído el título de tu post,me ha hecho, mucha gracias, pq es verdad, yo soy la primera q lo digo, "tásalo bien", pero bueno, ya sabes cada uno estamos en nuestro papel.
ResponderEliminarLaura, tienes toda la razón. Cada uno estamos en nuestro papel. Pero quería expresarlo como una anécdota más de nuestro trabajo, para que la gente lo entienda mejor.
ResponderEliminarSaludos
Estimado Jositomon.
ResponderEliminarEsa frase ya la tengo más que asumida y la respuesta es siempre la misma "Por supuesto", incluso cuando me dicen el valor de tasación que necesitan "Ajá, lo apunto... para tenerlo en cuenta" y realmente me lo apunto, ya sabes valor que necesita por 80%, y no falla casi nunca.
Otros te dicen que lo tases bajo y también molesta porque nuestro cometido como bien dices es dar un valor medio sostenible.
Menos fango tendríamos con menos presiones por parte de los directores de banco que solo piensan en monetizar y de clientes que piensan que nunca puede ir a peor y que no hay problema en endeudarse hasta las cejas y con menos tasadoras oportunistas que con tal de ampliar su negocio han estado dando el valor que el director les decía y que precisamente era el valor que el cliente necesitaba.
Ahora puedo ver recuperaciones de fincas que en su día tasé y que se financiaron algunos meses después de yo tasarla con valores de subasta de hasta 1.6 veces el valor de la tasación de mi empresa, evidentemente realizada por otra tasadora.
De aquellas alegrías estos fangos.
Un saludo.
Paco, como le decía a Laura, cada cual está en su papel. El nuestro es dar el valor más objetivo posible, no el de conveniencia.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenido al blog.
A mi en diez años de experiencia como tasador, ni café ni pastas, tan solo una botella de vino que un buen hombre de casi 80 años se empeñó en que me llevará conmigo...cosechero, por supuesto, pero regalado con cariño.
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