lunes, 1 de marzo de 2010

Presiones a la baja



Muchas veces hemos hablado y comentado en este blog sobre las presiones que los tasadores hemos recibido en ocasiones (de vez en cuando, no siempre) en el pasado para "ajustar" valores de tasación al alza con el fin de que la operación pudiera ser aprobada por el comité de riesgos (que debería llamarse en ciertas ocasiones "comité de evitar riesgos") de turno y se le pudiera dar la hipoteca al cliente de la entidad. Si bien muchas veces la propia sociedad de tasación aplaca esa presión, no es menos cierto que en otras ocasiones si se han subido valores. Los resultados los conocemos todos y no es el objeto de este post.

Resulta ahora que la tendencia se podría haber invertido. Estamos hablando de las operaciones destinadas a recuperaciones por impagos y daciones en pago cuyos inmuebles van destinados a las subastas que están haciendo los bancos y cajas para quitarse inmuebles de encima.

La jugada es la siguiente: los bancos (y cajas) han creado sociedades paralelas (todos las conocemos) a los que venden/traspasan los inmuebles con el fin de que estas entidades los comercialicen (y de paso evitando computar estos valores como cargas en sus balances). El problema viene en que estas entidades tienen orden de no vender por debajo de un determinado porcentaje del valor de la tasación y para facilitar su salida nos llaman a nosotros para que bajemos los valores.

A mi modesto entender esto no hace más que añadir confusión sobre el valor actual de los inmuebles y nos resta credibilidad. Pero como ya he dicho más de una vez, somos el eslabón más débil de la cadena crediticia y el punto donde es más fácil presionar.

Qué creéis? Deberíamos facilitar las cosas a las entidades o mantenernos firmes para evitar que en unos años nos acusen de haber sido maleables?

2 comentarios:

  1. TASADORLEVANTISCO1 de marzo de 2010, 18:48

    Buenas tardes, Jositomon.

    En primer lugar he de mostrarte mi admiración por la elaboración de es blog. Siempre he estado interesado en compartir experiencias con otros tasadores "de verdad" y en mi opinión, que me creo que es más crítica que la tuya no creo que sean muy abundantes.

    En cuanto al tema que planteas hoy, me parece bastante evidente que como colectivo nos hemos ganado la fama de "maleables". Yo, que me considero tasador por la sencilla razón de que es mi dedicación exclusiva desde hace 14 años me he sentido como un quijote en toda la primera decada de este siglo luchando contra los molinos de viento (tasaciones a la carta).

    En estos años he luchado contra la frustración que a veces me invadía, pues veia como el trabajo honrado y esforzado no se recompensa en su justa media. Pero bueno, sabes que? Las empresas tasadoras para las que colaboro y las personas con las que me relaciono "confian" en mi y por supuesto nunca podrán decir que soy "maleable".

    Por lo que te he dicho te imaginarás que no soy de la opinión de que como tasador "tengo que facilitar las cosas a la entidad". Lo que tenemos que hacer los tasadores es hacer unas valoraciones justas, correctas y reales; y por supuesto decir "siempre" la verdad. Es la única manera de que nos respeten (a mi no me gustan que me utilicen).

    El respeto y la confianza no se ganan siendo maleables. Se ganan siendo trabajadores, leales, honestos y firmes en nuestras convicciones éticas.

    Un saludo.

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  2. Muchas gracias por los cumplidos.

    No puedo estar más de acuerdo contigo. Nosotros también hemos tenido muchos problemas por defender nuestra opinión sobre los valores, pero lo cierto es que al final son ellos los que recurren a nosotros cuando tienen dudas de valores, lo que quiere decir que nuestro criterio al final es apreciado.

    El problema es, como decía, que somos el eslabón débil de la cadena. Se nos ha llegado a acusar de no tener visión comercial (de lo que nos orgullecemos).

    Aunque realmente el problema son los compañeros a los que nunca les piden subir valor, porque nunca es necesario. Eso nos crea unos antecedentes que son difíciles de pelear. ¿Qué se hace entonces? Es otro gaje del oficio.

    Saludos

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