viernes, 26 de noviembre de 2010

Compra emocional

La pasión es una emoción crónica.
Théodule-Armand Ribot(1839-1916) Psicólogo francés.

Como ya os comenté, hace unas semanas acudí a una mesa redonda del Thinktank64 donde uno de los ponentes insistió en que la compra de una vivienda tiene más de emocional que de racional. Al principio entendí que esa parte emocional estaría íntimamente ligada con la necesidad de cobijo para uno mismo y para su familia, algo como un instinto primario por el que las tribus luchan por sus territorios y las familias por sus cuevas, en su búsqueda de seguridad y control de su entorno.

Sin embargo hoy he visto claramente lo que en realidad quiere decir eso de compra emocional. Emocional, en este caso, es todo lo opuesto a lo racional. Todo.

Tenía que visitar un piso para valorarlo. Como muchos pisos, tiene un garaje y un trastero que también hay que ver. En principio, yo había quedado con el agente de la promotora, pero resulta que se presentó el futuro comprador. Un chico relativamente joven. Bajamos al sótano a ver os anexos. Y en la plaza de garaje había un coche aparcado. El futuro dueño nos indicó que en la anterior visita, el coche también estaba ahí y que no era suyo. El agente confirmó que ignoraba de quién era y que tampoco era de la promotora. Vamos, que era un coche okupa. Lejos de enfadarse, el joven dijo que mientras no estuviera ahí para el día que él llegara, no había problema, y que incluso mejor, porque así podía hacerse una idea de cuál era el tamaño del coche que cabía.

Emocional, en el campo inmobiliario, quiere decir irracional. No es que importe que haya un coche en la plaza (que yo montaría una, pero bueno), sino que "incluso viene bien". Viene bien que alguien se aproveche de mi futura propiedad.

Lo vi claro. La compra de un inmueble no depende de la lógica financiera del comprador. Depende de sus emociones. y de eso vivimos los que estamos en este negocio.

3 comentarios:

  1. Permitidme “rizar el rizo” y lanzar una pequeña provocación para generar el debate entre los lectores.
    Creo que si la compra de vivienda se hubiera realizado siempre de forma emocional, no se habría producido la burbuja inmobiliaria.
    Porque, la compra emocional va ligada a la adquisición de la vivienda propia, es decir, donde uno va a VIVIR. Y, en contra de lo que algunos gurús inmobiliarios afirman, sinceramente creo que has de estar, como mínimo, “enamorado” de aquello por lo que vas a pagar más en toda tu vida.
    Sin embargo, la compra racional va ligada a la compra especulativa, es decir, a cuánto voy a pagar por esto para que, consiguiendo una rentabilidad máxima, sea capaz de venderlo luego.

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  2. Justamente hace un par de días me eoncontré con una reflexión similar: la agente comercial que me mostraba el piso a valorar, desconocía su superficie, también la desconocía la compradora, y por supuesto no tenía un sólo croquis de sus 300 inmuebles en cartera, y sin embargo, es una máquina de vender pisos. Es verdad que hay un componente emocional en la compra de una vivienda, pero la inversión más importante de una vida, bien merece un poco de reflexión (llámese €/m² o como se quiera) para poder comparar diversas ofertas.
    Con respecto al comentario de Arantxa, creo que la burbuja se infló también gracias a los compradores emocionales que desconocen (y no tienen interés en conocerlo) que el piso que están comprando tiene tan sólo la mitad de superficie que otro que vale lo mismo en la misma zona.

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  3. yo estoy completamente de acuerdo en que al comprar tu casa, debes "enamorarte" de ella, sentirla, verte en ella. Ese componente emocional no lo niego. Pero ojo. No puedes permitir que eso signifique que endeudas tu vida y la de tus hijos por ello.

    ejemplo: yo me veo viviendo en cualquier casa de La Finca de Pozuelo, pero no puedo pagarla.

    Ese componente emocional debe ser controlado.

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