viernes, 13 de mayo de 2011

Terremotos y la teoría del "y si..."

Cuando era pequeño vivía en un edificio en altura. Recuerdo que una vez, durmiendo en mi habitación, pensé que un gato se había colado en casa y se había escondido debajo de mi cama. Pensé que se movía y, a su vez, movía mi cama. Notaba ese movimiento con tanta claridad que descarté la posibilidad de que fuese un sueño y espabilé. Si. La cama se movía sin duda, así que no podía ser otra cosa que un gato bajo mi cama. Con un miedo atroz, he de confesar, empecé a asomar poco a poco, preparado para ver a la bestia que seguro estaría allí, mirando con sus ojos de diamante en la noche. Pero, sorpresa, ahí no había nada. Y el movimiento finalizó. Evidentemente no era un gato. Sólo podía ser un fantasma. Así que esa noche, no pegué ojo, convencido de que un espectro estaba en algún rincón del cuarto.

A la mañana siguiente, la fantasía del fantasma se esfumó como el humo de una vela cuando mi madre comentó que había habido un terremoto en el sur de España que se había sentido en todo el país. Y yo pensé que era tonto por no haber pensado algo así y haberme tirado la noche prometiendo que iba a ser bueno el resto de mi vida y que no volvería a meterme con mi hermana nunca más, con tal que el espíritu me dejara en paz y no me llevara consigo. La cuestión es que no olvidaré como es el balanceo de un movimiento de tieras nunca en la vida.

El otro día, trabajando en el estudio, volví a sentirlo. Nuestro estudio no está en una planta demasiado alta, pero el edificio tiene estructura metálica y es más sensible a los movimientos. Lo comenté: "se mueve el edificio, creo que hay un terremoto en algún sitio". Mis compañeros me dijeron que exageraba, pero horas más tarde me llamaron para decirme que sí que lo había habido. En Lorca, Murcia, al sureste español. Y muy intenso. Dos temblores: 4.5 y 5.1 (creo) en la escala de Richter. Varios muertos. Muchos heridos. Edificios destrozados...

Mi más profunda solidaridad para la gente de Lorca.

Hace bien poco estábamos todos llevándonos las manos a la cabeza con el terremoto en Japon. 9.9 Richter. No lo quiero ni pensar. Un horror. Y con tsunami incluido. Espantoso. Mi solidaridad para ese pueblo también. Y la reacción que tuvieron fue ejemplar. Esa cultura no deja de sorprenderme.

Como quiera que uno es arquitecto y ese dato es conocido por la gente que me rodea, cuando ocurre una catástrofe de estas suelen repetirse las mismas preguntas: ?¿Por qué no aguantan los edificios los temblores de tierra? ¿No se puede construir mejor? ¿No se podría haber vitado? Recuerdo que en la Escuela de Arquitectura de Madrid teníamos un profesor de estructuras (se apellidaba De Miguel, no recuerdo el nombre) que nos explicó una vez lo que él llamaba teoría del "y si...". Básicamente consistía en diseñar las estructuras portantes haciéndonos constantemente las preguntas del estilo: ¿Y si hay un terremoto? ¿Y si es del doble de intensidad de lo quepensábamos? ¿Y si un avión se estrella contra el edificio? ¿Y si hay un tsunámi? ¿Y si hay un tornado? ¿Y si hay un tsunami y un tornado? ¿Y si hay una fuga nuclear?... La teoría del "y si..." postulaba que si se diseñaran así las estructuras, no construiríamos nunca nada.

En construcción, con las técnicas que hay hoy en día, se puede construir prácticamente cualquier cosa que uno pueda imginar y no viole las leyes físicas (principalmente la de la gravedad). Pero uno tiene que preguntarse si es razonable hacerlo. Porque dentro de los factores con los que uno tiene que lidiar al proyectar, está el económico. Lo siento, hay que construir cosas que se puedan pagar. Y hay que preguntarse si es razonable desembolsar qué cantidades para construir qué cosas.

La cuestión es que no es razonable construir edificios en España que aguanten un temblor 9.9 Richter porque no es probable que se de el caso. Como tampoco es probable que un meteorito destruya una ciudad y por eso no se construyen edificios anti-meteorito. POr eso no se exige carga de nieve en Almería y por ello no se hacen ventanas anti-tornado en Madrid. No es razonable. Cada zona geográfica posee unas determinadas cualidades que están regladas y son perfectamente conocidas. Y se construye con esos datos para que el proyecto sea viable. En España se sabe que Murcia es la zona de más intensidad sísmica, y se construye considerando ese dato (al menos se debería construir así).


Estas son las respuestas que yo doy cuando me preguntan estas cosas. El Decano del Colegio de Arquitectos ha tenido que pedir calma y que no se empiecen a decir cosas sin sentido, que lo único que se consigue es que le entre el miedo a la gente que ya lo está pasando mal. Si se tienen que depurar responsabilidades, ya se depurarán. Pero ahora toca ayudar.

Puesto de otra manera: según la NASA también hay probabilidades de que un gran meteorito destruya un edificio. Los científicos están de acuerdo en que solo uno de esos astros del tamaño de un Volkswagen Beatle (no muy grande comparado con el planeta) podría destruir medio hemisferio. ¿Construimos casas para evitarlo? No, porque es poco probable que ocurra. Y menos probable que podamos evitarlo.

Un desastre natural es un desastre natural. Imprevisible y devastador. Y no se puede hacer nada. Es el precio por vivir en este planeta. La vida no está exenta de riesgos. La seguridad absoluta no existe en ningún ámbito de la vida. Por ello seguiremos construyendo viviendas que se destruyen con terremotos y tsunamis, que no pueden evitar radiaciones nucleares ni meteoritos. Ni siquiera el ataque de un T-Rex enfurecido.

1 comentario:

  1. Mando un abrazo a todos los afectados por este desastre de la naturaleza.

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