miércoles, 28 de diciembre de 2011

Se acabó el 2011

Pues así es: el 2011 es historia. No voy a entrar en el pesimismo reinante. Ya sabemos lo que ha sido el 2011 y lo que nos espera del  2012. Pero yo no voy a vender ese producto. Creo que cada uno tenemos el potencial de lograr metas y este año, sólo será un poco más difícil. Eso es todo. Mientras tanto... ¿Qué nos ha dejado el 2011? Pues en el blog, que es lo que nos interesa, hemos hablado de un montón de cosas interesantes. Parece mentira que esto fuese así. Repasando artículos, me doy cuenta de que ha sido un año intensísimo. ¿Os unís al repaso?

Hablamos de cómo esta crisis no es nueva en absoluto y vimos cómo hace años los holandeses se volvieron locos haciendo lo mismo que hicimos nosotros con los pisos... ¡Pero con tulipanes!; hemos hablado sobre nuevas figuras que surgen para configurar, sin mucho éxito por ahora, el maltrecho mercado inmobiliario, como las SOCIMI; volvimos sobre uno de mis temas favoritos: los gadgets, y esa etiqueta ha visto incrementado su número de posts con asuntos que van desde equipos informáticos para tasadores, hasta aplicaciones para dibujar planos desde el iPhone, o para tasar desde tu móvil, desde una web, o incluso, aplicaciones que aún no han visto la luz, pero no pintan nada mal.

Lancé mi teoría de la relatividad inmobiliaria; y os presenté a Camina Perú, con la que colaboro puntualmente; vimos lo que hacen los servicios de control de las sociedades de tasación; hablamos de cómo pueden llegar a  influir cosas como el crimen en el valor inmobiliario (e incluso os conté una historia de miedo vivida en carne propia) o si en un barrio hay urracas o no.

Me rendí ante ellas, una vez más, esta vez por lo que cambia una casa cuando hay una chica que vive ahí. Lanzamos la serie "ideas a la ventolera", donde tratábamos de aportar un granito de arena al sector; aumentamos la etiqueta "viajes" con un post sobre la innovación y Florencia (a saber cuando puedo volver a hacer una escapadita, jejeje); os recomendé libros para leer, que el conocimiento siempre es bueno; tocamos temas del día a día del tasador, como el usufructo, o la aplicación del principio de mejor y mayor uso, cuando debemos rehusar a hacer un informe, o para qué sirven las advertencias y los condicionantes...

Por supuesto, seguimos de cerca el sector, analizando las noticias que salían sobre la compra y venta de distintas empresas de tasación (y que seguirán saliendo); celebramos nuestros dos años en activo en el blog, y en fin, compartimos un montón de cosas más que seguro que me dejo en el tintero.

Para finalizar el resumen, os adjunto la lista de los cinco posts más leídos desde que lanzamos el blog. Estas son las cosas que os interesan:

 







Todas ellas escritas en 2010. Las páginas más vistas escritas en el 2011 han sido estas:






Espero que el 2011 haya sido tan fructífero para vosotros como lo ha sido para el blog de tasadores, y os deseo a todos que disfrutéis mucho de estas fiestas, una Feliz Navidad un poco atrasada, y eso sí: un prosperísimo año 2012, de todo corazón. Gracias a todos por estar ahí y ¡nos leemos en el blog!

lunes, 26 de diciembre de 2011

La Tierra es plana

Puestos a recomendar, y dado que es época de regalos y quizá os haga falta alguna idea, me gustaría recomendaros el libro "La Tierra es plana", de Thomas Friedman, que habla de la globalización. Me ha parecido de lo más interesante que he leído últimamente, y eso que el libro tiene ya unos cuantos años. Podéis leer una reseña del libro en Jositomon24H y aquí os dejo el enlace a Amazon.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Nueva herramienta para tasar: Myreport

Una de las cosas que más nos gusta de hacer el blog es que poco a poco se va creando una comunidad interesantísima formada por todos vosotros y también por gente que aporta su grano de arena al sector para hacernos las cosas más fáciles. Justo en el post anterior hablábamos de procesos de automatización en la labor de los técnicos de tasación y poco antes de publicar ese artículo, se ponían en contacto con nosotros el equipo de www.myreport.es para comunicarnos que lanzan una aplicación específica para los tasadores de inmuebles y peritos judiciales. La aplicación se llama "Myreport tasadores" y está disponible para tabletas Android de 7" y 10". La aplicación permite la toma de datos "in situ" (pedonad el latinajo) para luego poder mandarlos por mail de forma que parte del trabajo de gabinete queda resuelto en el propio lugar de la toma de datos. Yo creo que sin duda, esta es la tendencia hacia la que nos dirigimos. La portabilidad y la movilidad empiezan a ser (y yo apuesto porque acabarán siendo) parte fundamental de nuestro sector, como también lo son del resto del mundo (estoy preparando un artículo sobre estas cosas que lanzaremos en breve). Para muestra, un botón: ¿no os parece maravilloso leer este artículo que he escrito en un Starbucks? Brindaré con mi café latte por ello.

Como podéis ver en la web de myreport, el programa permite la generación de planos (ya hemos visto en el blog varias aplicaciones que permiten dibujar planos en el lugar), obtener la documentación catastral de forma inmediata, por supuesto realizar fotos y finalmente, algo que me ha parecido muy interesante: la consulta de testigos tomados de la base de datos de nestoria. Con respecto a esta última aplicación, hay que decir que no valdrá para todas las sociedades de tasación, dado que muchas exigen testigos de sus propias bases de datos, pero siempre es interesante tener una referencia del posible valor de forma inmediata. No obstante, yo insisto en la necesidad de verificar por uno mismo los valores (entre otras cosas, porque para eso nos pagan, y no sé vosotros, pero yo no me la juego en ese sentido). En este sentido también hemos visto en el blog aplicaciones que realizan esta misma función.

El coste de la aplicación es de 39€ + IVA, según está publicado en la web. Nosotros no hemos podido probarla, dado que no diponemos de tabletas Android (ya sabéis que yo soy de iPhone), así que si os animáis alguno, por favor, dadnos vuestra opinión.

Hemos encontrado un defecto enorme en la aplicación y es que NO ha patrocinado este artículo, así que nos toca seguir trabajando. Así no hay quién se retire...

lunes, 5 de diciembre de 2011

Automatización de procesos de valoración

La valoración inmobiliaria, como todos los trabajos, admite un cierto grado de automatización que hace que un técnico pueda abordar ditintos trabajos de una forma razonable, sin volverse loco, y que a su vez, permite que haya un cierto grado de control, por lo demás bastante exhaustivo, para poder garantizar unos estándares de calidad en el trabajo final a entregar al cliente. El mero hecho de la existencia de unos estándares ya supone la posibilidad de un grado de automatización o normalización del trabajo, sin embargo, no hay que dejarse engañar: cada caso es único y cada inmueble es diferente a los demás, aunque la diferencia pueda ser tan sutil que llegue a ser despreciable; dos pisos, uno encima del otro, con la misma distribución y mismas calidades y acabados, valen prácticamente lo mismo (hace años los promotores cobraban 3.000€ extra por altura de piso. Algunos nunca comulgamos con esas estrategias), pero quizá, el mismo piso con una diferente orientación pueda ver reducido en cierto grado su valor porque resulte más frío o más caro de calentar, o esté menos iluminado.

En los locales comerciales estas diferencias se pueden apreciar aún mejor. Después de haberlo visto varias veces en el blog, creo que a todos nos queda claro que, sencillamente, no hay dos locales iguales. Es muy clarificador el caso de las calles en las que hay comercios valorados un 25% o un 30%, o más, en una acera que en la otra, cuando esencialmente es la misma calle y se trata de una tipología muy parecida. Especialmente llamativo me resulta el caso de locales en los que los estatutos de la comunidad de propietarios en la que se ubica limitan su uso. Hemos tenido casos de locales comerciales que valían hasta un 40% menos que el de dos portales más allá, simplemente porque los vecinos de ese inmueble tenían prohibido determinadas actividades como el de discoteca, bar de copas, o pescaderías o carnicerías.

El caso extremo de automatización de valoraciones lo tenemos en el sistema alemán, del que también hemos hablado en el blog. A grandes rasgos, según la localización y la superficie del inmueble, se utilizan unas tablas que van siendo actualizadas periódicamente para obtener un valor del inmueble. Con una simple hoja de cálculo podría automatizarse este proceso, lo que permitiría el control sobre cientos de operaciones en poco tiempo. En España esto no es posible, dado que se hace más énfasis en la casuística de cada inmueble.

Digamos que existe una relación inversamente proporcional entre el grado de automatización que puede aplicarse a un proceso y el tiempo de atención (o el trabajo) que demanda. Es por ello que, a menor grado de automatización, más trabajo requiere, por lo que más dinero cuesta, pero también más garantías ofrece. En definitiva, a nosotros, a los técnicos, se nos manda a ver cada inmueble para ofrecer garantías, lo que es, evidentemente, más caro que utilizar una hoja Excel para dar valores.

La pregunta que cabe hacerse es por qué a los alemanes les sirve este sistema y a los demás no (o por qué los demás han optado por otros métodos). La respuesta no es fácil, porque implica un conocimiento que, honradamente, yo no tengo, del sistema crediticio germano, aunque intuyo que es bastante más exigente que el nuestro en cuanto al estudio de los riesgos implicados en la operación, dejando el valor de la garantía (el que nosotros, los tasadores, damos) como algo más a considerar, mientras que en España le damos mucha más importancia a este valor. Es por ello que las entidades bancarias prefieren seguir mandando a técnicos a clarificar cada casuística inmobiliaria, a seguir valorando cada inmueble caso por caso, visitándolos todos, incluso varias veces si ha pasado un determinado tiempo, para asegurar el valor más certero. Insisto: esa garantía tiene un precio: el precio de no automatizar, de particularizar.