jueves, 6 de agosto de 2009

Lots of lofts

Leo en El Mundo (últimamente la mayor parte de la información inmobiliaria más interesante llega desde aquí siempre) que actualmente los promotores se encuentran con un serio problema al intentar dar salida al stock de lofts que tienen acumulado. El artículo es muy interesante y recomiendo su lectura, pero yo quiero centrarme aquí en el aspecto de la tasación de estos elementos.

Recuerdo cuando empezamos a buscar local para abrir nuestro estudio de arquitectura (pronto con página en facebook y todo) que fuimos a ver una de estas promociones y nos enseñaron un "loft piloto". Era la monda. Tenía una cocina, un salón enorme con un sofá que ya lo quisiera yo para mi apartamentito, una televisión más grande que la cocina, un baño fabuloso con hidromasaje y todo y una cama doble de 2,35m de ancho que ni una suite de La Vegas. Pero estabamos equivocados. Nada era lo que parecía. En realidad el vestíbulo con cocina era una sala de espera, el salón con sofá de 3000€ y tele de plasma era una sala VIP y la cama estaba ahí porque "cada uno en su negocio pone lo que quiere" según palabras textuales del comercial que nos atendió. Vamos, que aquello que parecía una casa chulísima en realidad era un lugar de recogimiento y trabajo. Aún me pregunto qué clase de negocio requiere una cama como esa y si realmente el comercial se creía sus propias palabras...



Pues la realidad del tasador ante este producto es parecida. Todo el mundo que quiere tasar un loft está convencido de que ha comprado una pieza de "forma de vida alternativa y a la moda" a un precio de ganga... Pero no, oh sorpresa. Llega el malvado tasador y lo valora un 30-40% por debajo de lo que creía. ¿Y cómo es posible?

Pues porque los lofts no son viviendas, salvo en contadísimas excepciones, sino elementos comerciales construidos sobre suelo terciario, a los que el ayuntamiento sólo concede licencia como local comercial o parecido y que quedan inscritos en el Registro de la Propiedad como tales. Y como tales, sólo pueden entrar en el marco de la comparación de locales comerciales. Muchas de las quejas que recibimos al respecto es que lo hemos comparado con elementos comerciales y que no hemos considerado viviendas en la zona. Todas las quejas callan cuando se explica que el estudio de mercado está realizado sobre elementos de la misma zona, todos sobre suelo terciario, todos locales, todos lofts. Este mercado responde a unos valores diferentes a los de la vivienda, generalmente más bajos, sobre todo en las zonas donde se dan estas promociones.

En definitiva, que es intentar comparar Churras con Merinas, y claro, las cuentas no salen. Ahora los promotores se encuentran con que tienen que competir en el mercado de locales, y no residencial, o en el mercado residencial puro con un producto que presenta problemas burocráticos (cambios de licencias y esas cosas), así que toca bajar precios.

Por cierto, al final nuesro estudio acabó en un loft, aunque no de aquella promoción.

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