martes, 5 de octubre de 2010

Testigos provenientes de subastas. ¿Buenos o malos?

Al hilo del post anterior sobre los testigos, una vez, un compañero que trabaja en poblaciones cercanas a Barcelona, me consultó si era buena práctica tomar testigos provenientes de subastas emitidas por entidades bancarias. El banco (o la inmobiliaria encargada de comercializar las propiedades del mismo) ofertaba abiertamente (en aquel momento era algo más raro, pero ahora se encuentran ofertas en cualquier portal inmobiliario) pisos a un precio más bajo que el resto del mercado. Según lo veo yo (y enlazo, insisto, con el post anterior donde decíamos que hace falta crítica a la hora de tomar datos), una oferta de subastas puede tomarse cuando se ha convertido en parte significativa del mercado.

Parece de cajón pero no lo es. Caben, a mi modo de ver, dos posibilidades:
  1. Que la oferta del inmueble del banco sea un dato irrelevante, aislado, una anécdota que no está influenciando al resto del mercado. En este caso, debemos descartarlo, igual que descartaríamos cualquier otra oferta o demasiado baja o demasiado alta.
  2. Que exista tal fuerza en la oferta proveniente de subastas y haya tantas ,que influencien el mercado, como en realidad está pasando (de esta forma, los bancos están controlando el mercado según sus intereses).
Si el caso es el segundo, yo entiendo que el testigo es válido, siempre y cuando el valor en el que esté en ese momento, cuadre con el de su entorno, según vimos en el post anterior. Que no chirríe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario