lunes, 30 de agosto de 2010

El arte de no entender nada

"Ayudadme a comprender lo que os digo y os lo explicaré mejor"
Antonio Machado (1875-1939) Poeta y prosista español.


Hace cosa de tres años yo pertenecía a un equipo de trabajo que se encargaba de mejorar ciertos procesos en una empresa tasadora cuyo nombre mi memoria ha tenido a bien olvidar, lo que es muy conveniente ahora mismo. El caso es que analizando documentación, dimos con un montón de peticiones de clientes (creo recordar que todos ellos eran particulares, ciudadanos normales y corrientes, nada de empresas, es decir, el cliente tipo de una sociedad de tasación) que no acababan de comprender bien el informe que habían recibido. La primera reacción del equipo fue pensar si deberíamos restructurar los informes para aportar información más clara al cliente. El responsable del trabajo zanjó la cuestión:


"De eso, nada"


Ojipláticos, atendimos a su razonamiento: las sociedades de tasación emiten informes técnicos que contienen muchos datos. No son fáciles de entender. Un cliente se puede perder ante la marea de datos que le han proporcionado. Lo único que interesa es que identifique inmediatamente el "Valor de Tasación". Eso sí que sale bien grande. El resto, mejor que no lo entienda, porque si se pone a indagar, nos va a brear a reclamaciones inútiles y no podemos perder el tiempo en explicar a alguien un montón de datos que no necesita saber.


En aquel momento mi rechazo fué total (por supuesto, no se me hizo caso). Si yo compro un coche, quiero saber dónde está el limpiaparabrisas, cómo cambiar el aceite y echar gasolina. Pero tengo que reconocer que después de un tiempo pensando en el tema y un montón de reclamaciones absurdas (por cierto, estamos trabajando en otro post sobre el tema), no le falta parte de razón. Si abrís el capó de un coche moderno, veréis que la mayoría de las piezas del motor aparecen ahora tapadas. Para conducir, no necesitáis saber dónde está la culata ni el cigüeñal, pero tienen que estar ahí para que el coche ande. Pues con las tasaciones pasa igual. Hace falta el valor de repercusión, pero el cliente ¿necesita saber cómo se calcula o para qué sirve? Después de tanto tiempo, sigo debatiéndome sobre si deberíamos emitir informes más claros, o por el contrario, liarlos más para evitar que te digan que cómo puede valer una casa 2500 €/m2 si la construcción es de 650€/m2...

2 comentarios:

  1. Que razón tienes!!! Y que dificil es lidiar con semejantes jefes obtusos!!! Un saludo.

    Enric Jiménez www.elpoderpositivo.blogspot.com

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  2. Estoy un poco como tú, tengo sentimientos encontrados. Muchas veces, un cliente, asumiendo por su cuenta que la k es inamovible, insiste en bajar el VRN porque, según el, baja el mercado. No se mete con el mercado porque es estudio esta bien realizado, pero como tiene grabado a fuego que la k debe de ser tanto, pues VRN x k = mercado. Y las tengo de tanto en tanto con él.

    Por otro lado, la normativa marca un principio de transparencia, pero creo que debe de ser hasta ciertos límites.

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