Acabo de ver en uno de los blogs que considero altamente recomendables (y que ya está en nuestro "échale un ojo a estos blogs") este post que trata sobre la productividad perdida en las empresas a causa de los desplazamientos en coche. Dado que los tasadores pasamos gran parte de nuestra jornada laboral en el vehículo, de uno a otro lado, me ha parecido interesante y no he podido evitar pensar las cosas que hemos hecho nosotros en el estudio para mejorar (o intentar mejorar) la productividad. Modestia aparte, aquí me tengo que apuntar un tanto. Hace unos cuantos añitos, fui yo el que insistió al resto de los socios en que las Blackberry o similares nos ayudarían a mejorar la calidad del trabajo. Y no me equivoqué.
Desde que estamos "smartphonizados" cada socio sabe en lo que está el otro y tiene una idea muy aproximada de todos los asuntos del estudio, o de quién se encarga de ellos. Cuando se trata de tasaciones, el número de encargos es enorme y las peculiaridades de los mismos se multiplican. A través del mail, todos sabemos en qué estado están las cosas, lo que nos permite ahorrarnos viajes inecesarios (enlazando con el post anterior). De hecho, es bastante habitual que un socio pase un par de días sin aparecer por el estudio, sin que desatienda su trabajo. Sé que no estoy contando nada nuevo, en este mundo que se mueve a golpe de 2.0, pero quiero explicar que hay cosas en internet realmente útiles para nuestra labor, que nos ayudan y que su implementación en su justa medida, la medida de cada estudio, es muy positiva para nuestro trabajo.
Desde luego que el modelo de oficina que cada uno tenga es clave en todo esto. Al tasador que trabajo solo, en un despacho "unipersonal", valga la redundancia, este post le habrá servido lo mismo que a un conejo una escafandra, pero si trabajáis con socios, si que tendrá sentido.
Por cierto, yo opté por el iPhone. Saludos.
Desde que estamos "smartphonizados" cada socio sabe en lo que está el otro y tiene una idea muy aproximada de todos los asuntos del estudio, o de quién se encarga de ellos. Cuando se trata de tasaciones, el número de encargos es enorme y las peculiaridades de los mismos se multiplican. A través del mail, todos sabemos en qué estado están las cosas, lo que nos permite ahorrarnos viajes inecesarios (enlazando con el post anterior). De hecho, es bastante habitual que un socio pase un par de días sin aparecer por el estudio, sin que desatienda su trabajo. Sé que no estoy contando nada nuevo, en este mundo que se mueve a golpe de 2.0, pero quiero explicar que hay cosas en internet realmente útiles para nuestra labor, que nos ayudan y que su implementación en su justa medida, la medida de cada estudio, es muy positiva para nuestro trabajo.
Desde luego que el modelo de oficina que cada uno tenga es clave en todo esto. Al tasador que trabajo solo, en un despacho "unipersonal", valga la redundancia, este post le habrá servido lo mismo que a un conejo una escafandra, pero si trabajáis con socios, si que tendrá sentido.
Por cierto, yo opté por el iPhone. Saludos.
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