miércoles, 13 de enero de 2010

Bolsos y Zapatos en Vigo


Acabo de volver de Vigo, ciudad con la que, por diversos motivos, he estado muy ligado durante el último año y medio aproximadamente y durante el sábado disfruté de una de esas comidas gallegas caseras que hacen las delicias de cualquiera que se siente a la mesa. Se me saltan las lágrimas sólo de recordarlo...

El caso es que una de las comensales era un amiga mía, que trabaja en el sector del comercio en una tienda de moda de firmas internacionales y nos estuvo contando un montón de cosas que me parecieron muy interesantes. Por si no lo sabéis, todo el tema empresarial y comercial me llama mucho la atención y hablar de estas cosas con alguien que lidia con ellas a diario y lo hace tan bien fue todo un lujazo.

Vigo es la ciudad gallega más poblada con 297.332 habitantes censados en 2009, según wikipedia, lo que la convierte en la más importante de esa comunidad autónoma. Mientras La Coruña es el centro financiero gallego, Vigo es la ciudad industrial. A la sombra del sector pesquero y automovilístico ha ido surgiendo una clase media-alta ayudada por el sctor de la construcción y la proximidad a Portugal (cuya clase media-alta es más alta que la española) y se ha ido generando un caldo de cultivo para el comercio de alto poder adquisitivo que hasta hace bien poco no había podido ver satisfechas ciertas demandas en aquella ciudad. Me refiero a ocio y comercio principalmente.

La empresa para la que trabaja mi amiga, de cuyo nombre no quiero acordarme, tuvo el mérito y la valentía de abrir una tienda donde sólo se venden productos de alta costura en una ciudad donde no había cultura de la moda. Me refiero a marcas de alto standing: Prada, MiuMiu, Ives Saint Laurent, Channel, Gucci, Marc Jacobs, etc, etc.

Mi amiga nos contó cosas que, pensándolas bien, son de una lógica aplastante, pero que si no te las dicen, no se te ocurren. Ella es una absoluta experta en moda. Simplemente vive por y para ello. Ojo, esto no tiene nada que ver con la frivolidad. Ella no desprecia a nadie por cómo va vestido, y os aseguro que el que escribe tiene unas pintas... Pero eso es otro tema. A mí me admira su profesionalidad, que ella tiene la suerte de combinar con su pasión. Y cuando habla del tema, uno, que no tiene ni idea de moda, se calla y escucha, porque seguro que lo que cuenta se puede extrapolar a cualquier negocio. No hay nada como conocer bien tu oficio.

Nos habló de por qué la empresa compra unos modelos de una marca y otros de otra, en vez de comprar cualquier cosa. De por qué para poder vender bien es necesario saber comprar aún mejor. Si ellos no compran lo que se va a vender y se va a llevar, la temporada puede ser un desastre. Si compran en una marca y dejan de comprar en otra, puede haber desastre. Si no compran sabiendo lo que hay en tendencia, habrá un desastre. Nos habló de cómo planifican las temporadas, a qué desfiles van y qué presupuesto gastar... A mí me pareció un ejemplo de gestión empresarial interesantísimo.

Sólo añadir que que estoy deseando que mi amiga se independice para meterme como socio capitalista en su start-up. Tan convencido de su valía me dejó.

P.D.: navegando por blogs me encuentro con este artículo de Alberto Blanco, donde explica mucho mejor de lo que pueda hacer yo las virtudes de un buen vendedor. Lectura recomendada.
Saludos

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