martes, 5 de enero de 2010

Gajes del oficio (I): Dificultades en la visitas


Ya os aviso que este post es de sabor amargo, pero alguna vez tocaba hablar de los gajes del oficio. Nos ha pasado a todos y nos seguirá pasando, pero creo que es necesario que dediquemos un par de minutos a uno de los mayores problemas que encontramos los tasadores a la hora de realizar informes: que nos den plantón en la visita.

Concertar una visita para poder tasar un piso es un paso más de nuestra labor que generalmente se puede realizar sin problema, pero lo cierto es que en muchas ocasiones, más de las deseables, nos encontramos con problemas que son difícilmente entendibles y que nos hacen perder mucho tiempo en un paso que no debería llevarnos más de 15, 20 minutos.

El primer contratiempo llega a la hora de quedar con el contacto. Lógicamente, nosotros intentamos colocar las visitas en un orden que nos convenga, pero esto no es tan sencillo. Si tengo que ver tres pisos en Arganzuela y dos en Valdemoro, por ejemplo, intento que las visitas de Valdemoro sean seguidas para no tener que recorrerme dos veces los casi 20 kilómetros que lo separan de Arganzuela, pero los intereses de la gente con la que tenemos que quedar no siempre coinciden con los nuestros. Es cierto que ellos son clientes de la entidad bancaria, y que nosotros debemos ser flexibles en este aspecto y facilitar las cosas, pero no puedo soportar la inflexibilidad y cabezonería de ciertas personas. Y lo que menos soporto es la excusa tipo "uf!, es que me viene fatal, mejor otro día", sin que te den ningún tipo de explicación. De alguna forma hay que hacer entender al cliente que, si ellos merecen ser tratados con respeto, nosotros también, y esas cosas me parecen faltas de respeto. Yo intento acomodar mi agenda a las necesidades de cada uno, pero creo que este esfurzo debe de ir en la dos direcciones, dado que es por el interés de ambas partes.

Otra cosa que no puedo comprender es cómo, a las alturas en las que estamos, la gente no sabe dónde vive. Esto suena muy surrealista, pero es verdad en muchos casos. Lo primero que tenemos que hacer llamar es confirmar la dirección del inmueble, y muchas respuestas son del tipo "pues ahora no estoy seguro", "no lo sé, pero entre usted por la calle cual..." o simplemente te dicen "número 15, 4º Izquierda" y cuando llegas al número 15, hay 7 portales con 2 escaleras cada uno y no hay derecha e izquierda, sino A y B... desesperante.

Si a pesar de todo esto logramos quedar a una hora, muchas veces es frecuente el plantón. Directamente. Cuando llevamos 15 minutos y vemos que nuestra siguiente cita se nos viene encima, procede llamar de nuevo al contacto. "llego en 10 minutos"... El retraso en este país a la hora de quedar es algo comúnmente aceptado, ¿verdad?. Pues no lo entiendo y me parece una falta de respeto. Además, me hacen llegar tarde a mis siguientes visitas y los demás no tienen por qué soportar la mala educación de la gente. La puntualidad debería estar presente en el sistema educativo de España, pero así nos va. Si yo tengo una reunión a una hora, dejo de hacer lo que estaba haciendo y me voy a mi reunión. No es tan difícil. Y no hago esperar a nadie. Y si veo que llego tarde. Llamo yo a la persona con la que me he citado y aviso. No espero a que me llamen. Es lo mínimo, creo yo.

Otra respuesta es directamente el "le llamé para avisar de que no podía ir". Si fuese verdad, no hay más problema. Reorganizo la agenda y ya está, pero suele ser simple y llanamente mentira. Yo sé si me han llamado. Con cualquier móvil hoy en día se sabe. Y me aseguro de que los contactos tengan mi teléfono precisamente por esto. En algún caso hasta me han dado plantón dos veces. Entonces, sintiéndolo mucho, emito condicionado el informe por no haber podido acceder al interior del inmueble. Cuando el banco no otorga el crédito, el cliente se queja, claro. Pero ahí se queda con su informe condicionado. Y me dan igual las presiones de la entidad o de la sociedad de tasación. Alguna vez, hasta me he enterado de que el cliente dice que no era consciente de que fuese tan importante quedar con el tasador. Seguro que al próximo lo recibe con los brazos abiertos.

Y otras muchas veces está el "no encuentro la llave" o "no podemos pasar porque hay inquilinos". ¡Hombre, pues no me haga usted venir hasta aquí para ver una puerta! ¡Avíseme cuando sí se pueda entrar! Decidme si es que me estoy volviendo loco, por favor. Es que de verdad...

Bueno, pues ya me he desahogado. Espero que en este 2010, sean pocas las veces que nos ocurran estas cosas. ¿Habéis tenido algún caso de estos que os gustaría comentar? ¿Os ha hecho esperar más de la cuenta algún tasador? Porque informales hay en todos lados, claro. Espero que no os haya ocurrido muchas veces, pero si queréis compartir, dejad vuestros comentarios, por favor.

6 comentarios:

  1. A veces, se puede forzar la visita con una mentirijilla.
    Cuando alguien pone pegas sin fundamento y me rompe los esquemas de visitas en una ruta prevista (si la finca me exige un desplazamiento importante) suelo decirle que no pasaría hasta dentro de unos 10 días (mentirijilla), que es cuando vuelvo a hacer esa ruta.
    La idea de tener que retrasar todos los trámites en casi medio mes, suele solucionar el problema. Siempre aparece un padre, hijo, vecina o abuelo salvador que se encargará de estar en casa.
    Y, además, suelen ser los más puntuales.

    Se trata de que todos pongamos algo de nuestra parte :
    - el tasador, la urgencia;
    - el contacto un poco de imaginación.
    - ambos, flexibilidad.

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  2. Inclito, yo lo he hecho, pero entre las sociedades de tasación se está poniendo de moda el premiar/penalizar al técnico según los tiempos de realización del informe. Al menos sabemos con certeza que Tasamadrid lo hace así, y sospechamos que alguna que otra también. Y tal y como está la cosa, cualquiera se ariesga a que le dejen de entrar encargos durante una temporada...

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  3. En una de mis primeras tasaciones, hace 10 años, el cliente se quejo de que había ido en bicicleta y le parecía poco serio, hoy en día está mejor visto por eso de que no emites co2 y no contribuyes al calentamiento global, pero la gente aún se sorprende.

    Muy bueno tu blog.

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  4. Gracias por el cumplido. Me ha encantado la anécdota de la bicicleta. Saludos

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  5. Hola, acabo de decubrir este blog, he leído algun post y me ha parecido interesante, soy tasadora de una sociedad de tasación y arquitecto técnico, es decir una autónoma currante como muchos de vosotros supongo.

    Respecto a este post en particular... la verdad es que normalmente los contactos están bastante predispuestos a realizar la visita cuanto antes ya que tienen una operación en el banco pendiente de esa visita y de la valoración.
    Aunque siempre ha habido casos en los que el cliente prisa, lo que se dice prisa, no tiene ninguna, creo que lo máximo que he estado esperando es casi tres semanas a que un cliente se digne en concertar una visita, ocupadísimo claro!!!, pero luego bien que te llaman en 24 horas para preguntarte ¿porque no has enviado ya la tasación al banco? unos encantos vamos.

    Respecto a lo de los plazos, es cierto como la vida misma, no es exactamente que la sociedad de tasación te de mas o menos tasaciones sino que los bancos asignan las tasaciones en función de la velocidad con las que se entreguen, con lo que la cantidad de trabajo que te llega depende al final de la velocidad con la que trabajes, asi funciona bankinter, grupo popular, etc y cada vez más bancos, tienen un sistema informático que programa el porcentaje de tasaciones asignadas a cada sociedad de tasación en función de los plazos de ejecución de las tasaciones ya efectuadas.
    Saludos.

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  6. Madariaga, la velocidad va a ser una de nuestras mayores enemigas, porque esa demanda de rapidez lleva consigo invitablemente peor calidad en los informes. Al menos es mi experiencia. Ya hablaremos de ello.

    Bienvenida al blog.

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