viernes, 15 de enero de 2010

Estadísticas, estadísticas, estadísticas...


Con esto de la crisis del ladrillo, está de moda que todo el mundo se apunte a lanzar sus estadísticas sobre la evolución de precios de inmuebles. Agrupaciones de inmobiliarias, administraciones públicas, empresas constructoras, sociedades de tasación, consultorías, oficinas privadas, tiendas de churros, El Corte Inglés, Doña Juana... Esto estaría fenomenal si al ciudadano le llegara un dato, o varios datos más o menos coherentes. No hace falta que sean precisos: "La vivienda baja en torno al X%", y todos sabríamos a qué atenernos. Pero no. Salvo el que las viviendas bajan, resulta que cada noticia es diferente en cuanto a cuánto bajan. Cada dato es contrapuesto al anterior y el follón es tal que uno no sabe qué pensar. ¿Por qué?

No vamos a entrar en un curso de estadística aplicada ahora, pero hay que ser consciente de que al leer o estudiar cualquier tipo de estadística, hay que empezar por entender qué dato me están dando. El titular "los precios bajan el 8%" no vale para nada. ¿El 8% de qué? ¿Sobre qué muestreo se ha tomado? ¿Qué periodo de tiempo estudia? ¿Cómo se analizan los datos?.

En esta última pregunta es donde yo me voy a parar para intentar arrojar un poquito de luz sobre este tema. Me interesa explicar, de una forma no demasiado exahustiva, cómo analizan sus datos las sociedades de tasación y otras entidades para que entendáis que , dependiendo de la fuente, la interpretación del dato es una u otra (seguro que eso ya lo sabíais, pero así reforzáis vuestras creencias, jeje). Al lío:

Las sociedades de tasación

Las empresas tasadoras disponen de una amplia cantidad de datos. Si se hacen cuentas por lo que pone en las páginas webs de las principales sociedades de tasación españolas, éstas manejan al menos un millón anual de registros. Aunque cada empresa tasadora suele publicar sus propios datos, ATASA, la asociación de tasadoras, maneja todos esos datos y no hay demasiadas discrepancias entre sus datos y los de sus afiliados. Las discrepancias de los datos de las tasadoras con los de otras entidades (Ministerio de la Vivienda, por ejemplo), radica en varios puntos:
  1. La metodología del análisis es diferente (en el fondo, este es el resquicio a través del cual cada entidad saca sus datos para que favorezcan las tesis que apoyan).
  2. Las tasadoras también incluyen datos de inmuebles bajo protección pública. como sabéis, estos inmuebles depende de un módulo determinado por la administración competente, y la tendencia ha ido en aumento, mientras que sabemos que los precios han bajado (por qué no excluyen las sociedades este dato lo desconozco, pero me huelo a que al tasar una vivienda VPO, el valor se incluye en la base de datos sin filtro alguno).
  3. La mayoría de las sociedades de tasación eliminan datos extremos. Los valores más altos y los más bajos de la muestra se desechan con el fin de homogeneizar la muestra (también ignoro en qué se basan para determinar el punto en el que dar el corte).
  4. No nos olvidemos del famoso Kh (coeficiente hipotecario). Este coeficiente, que como ya expliqué en su momento, no sabemos en qué fundamentar, reduce el valor final de tasación con finalidad hipotecaria. Sólo las de finalidad hipotecaria. Las de asesoramiento no. Y sospecho que este es otro filtro que no pasan las bases de datos de las sociedades de tasación.
  5. Las estadísticas de las tasadoras son siempre a toro pasado. El dato pertenece a la realidad que se dió en un determinado periodo de tiempo.
La administración pública

Normalmente, las administraciones públicas (Ministerio de la Vivienda, INE...) basan sus estadísticas en los colegios notariales. Éstos, sólo pueden dar datos de las transacciones efectuadas, de las viviendas vendidas, por lo que no consideran que las que no se venden, siguen modificando a la baja su precio.

Portales inmobiliarios

Los portales inmobiliarios (no soy experto en esto, tenedlo en cuenta), manejan siempre datos de intenciones. Es decir: son ofertas, no transacciones. Todo lo contrario a los Notarios. Además, en sus ofertas nunca se distingue si la vivienda cuenta con anexos (garajes y trasteros, p.e.) que quedan incluidos en la oferta de la transacción. Tampoco filtran entre VPO y vivienda libre, mayormente porque ese dato no lo suelen dar los anunciantes.

Espero que os sirva de ayuda la próxima vez que alguien de un dato sobre las bajadas de precios.
Saludos.

4 comentarios:

  1. Tienes más razón que un santo. Además, el mundo de las estadísticas, es muy relativo, o eres un purista o al final los datos dirán lo que tú quieras. Deberían publicar también sus criterios de elección de muestras, los que tienen para evitar sesgos, computación de parámetros,… y ya que tango presume la gente de la ISO y de las inspecciones de AENOR, que esto esté certificado por auditores externos. Personalmente me molesta bastante que haya entidades/empresas/sociedades de tasación/portales inmobiliarios que se jacten de dar estadísticas que sirven como referente nacional, y sin embargo sus procedimientos técnicos en relación a esos cálculos son totalmente opacos.
    Nada más aportar dos tonterías: las estadísticas de los colegios notariales, entiendo que se basan en los valores escriturados (digo entiendo porque lo supongo, no lo sé a ciencia cierta), entonces, algo que ver con la evolución de precios tienen, pero no creo que sea extrapolable, puesto que se escritura según otros parámetros (y no siempre a la baja, hay quién por motivos morales o fiscales escritura por el precio de venta o más).
    Sobre los portales inmobiliarios, me consta que uno de los más importantes de España emite informes para el gobierno. Hará unos pocos años, les escribí con el fin de saber si siguen unos criterios técnicos estadísticos claros, eliminar muestras poco fiables, si descuentan comisiones de API, que superficie computan, etc…, Respuesta: Bla bla bla bla, naderías de humo.

    En fin, digo yo que si se va de profesional, que sea justificadamente. A lo mejor lo son, pero a mí no me lo demostraron. Tengo que buscar la respuesta aquel email.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo en que los datos son un "guirigay" según quién los publique.

    Por mi experiencia, las tasaciones hipotecarias, además suelen salir más altas que el valor de mercado real, y a los compradores les permitía, acceder a una hipoteca, para pagar el 100% de la vivienda los gastos, e incluso en ocasiones les sobraba dinero, ahora ya no son tan altas, pero siguen estando más altas que el valor de mercado real, ya que esto interesa a la entidad financiera, al comprador...

    En cuanto a las valoraciones de EMV, antes mucho más, pero la gente escritura por debajo del valor real, aunque es cierto, que esto se da cada vez menos, aunque sigue existiendo

    y en cuanto a los precios de los portales inmobiliarios, eso es un submundo, ya que por ejemplo, el tema de los metros es surrealista, los propietarios y los profesionales, tb, dicen que la casa tiene 40 m2 y casi siempre hay que quitarle por lo menos el 10%, de los metros que dicen que tienen.
    Pues del precio que aparece al que definitivamente se vende también dista mucho.

    Cuando las diferentes estadísticas dicen que los precios han bajado, en ocasiones, generalizan, en toda España o en todo Madrid, pero depende mucho de las ciudades y de las zonas, por tanto estoy de acuerdo contigo en que según se mire por un lado o por otro, en cada sitio dicen una cosa distinta

    ResponderEliminar
  3. Sinceramente, creo que esta opacidad en los precios de la vivienda, es lo que hace que el inmobiliario sea uno de los mercados más inestables e inexactos, y con un largo periodo de recuperación. A lo que me refiero, y explicándolo a través de un sencillo ejemplo, es lo siguiente. Un kilo de judías verdes, y en la misma temporada, puede valer en el mercado de una pequeña ciudad 1,80€, y en un supermercado de Madrid, 2,50€, y es algo “normal”. Sin embargo, a nadie le parecería “lógico” que se vendieran en un establecimiento, a 15 €/kg (en esa misma temporada).

    Pero, hasta hace nada, la gente veía “normal”, pagar en Madrid, 40 millones de las antiguas pesetas por un piso de segunda mano de 40 m2, y sin embargo, ahora “nos escandalizamos” por ello. ¿Por qué? Sabemos cuánto se puede pagar por un kilo de judías verdes, un pantalón o un coche, pero, y a pesar de ser un producto del todo tangible, no tenemos ni la más remota idea de cuánto se debería pagar realmente por el m2 de una vivienda. Y es que no hay referencias claras debido a ese guirigay de estadísticas y datos y que nos rodean.

    ResponderEliminar
  4. Laura: bastante de acuerdo con lo que dices. Lo de las escrituraciones en la EMV me sigue sorprendiendo. Lo de los portales inmobiliarios creo que hay que tomarlo como lo que son: estadísticas suyas con sus datos. Es lo que aportan. El problema es que se suele dar por verdad absoluta y viene el lío.

    Arantxa: en cuanto a lo segundo que dices, creo que el problema es que en el mercado del m2 se venden muchos tipos de judías, y no todas valen igual. La solución podría ser el método alemán. Una tabla y a correr. Pero no es tan fácil dar ese paso. La verdad es que es un lío padre.

    Gracias por los comentarios!

    ResponderEliminar