lunes, 18 de enero de 2010

Carencias en la formación del arquitecto. Nos quedamos atrás.

No quiero que este blog se convierta en terreno exclusivo del arquitecto, pero comprenderéis que muchos de mis compañeros comparten título conmigo y me lleguen más comentarios durante el día a día sobre esta profesión que sobre cualquier otra, brotando ideas al respecto que intento plasmar en este blog.

La última, a consecuencia de un post de Arantxa Villar en el thinktank64 y de una charla de café con dos compañeros, me ha llevado a reflexionar sobre la formación que recibimos los arquitectos, y por qué estamos perdiendo peso en la sociedad actual. Ya sabéis que de vez en cuando tengo la oportunidad de dar cursos de formación tanto en empresas como en universidades, y vengo notando algo que, francamente me preocupa: el plan de estudios se queda obsoleto, y con él nuestra profesión, devaluándonos en el mercado a favor de otras titulaciones mucho más abiertas y adaptadas al mundo actual.

Decir que eres arquitecto y que parte de tu trabajo está dedicado al mundo financiero de una forma u otra (a través de la valoración inmobiliaria, el monitoring, el project management, la consultoría o lo que se os ocurra) te genera una serie de miradas recelosas entre tus compañeros de profesión. Te miran y piensan: "no es un verdadero arquitecto". El origen de esos recelos está en la formación que, en su momento, recibimos. Nos educaron para cambiar el mundo a golpe de proyecto, de imaginación y de arte, de luz y de espacio, de proporción y de simetría/asimetría. Te forman para que trabajes en estudios de arquitectura. Como mucho para que montes el tuyo propio. Punto. Y todo eso está muy bien, pero hay más.

En mi caso, entré en arquitectura porque me gustaba el arte y el dibujo, la física y un poco las finanzas, herencia de mi padre, y pensaba que podía encajar. Como veis, nada dramático ni vocacional. Pues bien, yo reivindico mi puesto en la comunidad del arquitecto. Yo, que no tengo pretensiones de cambiar el mundo y respeto al que sí las tenga, tengo un hueco entre mis colegas. El arquitecto puede y debe hacer más que diseñar y construir.

Esta parte de la formación ha faltado siempre en la arquitectura. Y últimamente, con una sociedad que va a 2.0, ese "gap" entre arquitectos y sociedad se está acentuando. ¿Qué sentido tiene que en las facultades se siga enseñando Construcción separadamente de Proyectos, o que en esta asignatura no se apliquen los conocimientos de estructuras, geotecnia o instalaciones? ¿Por qué se sigue negando al estudiante de arquitectura formación empresarial cuando se les educa para montar empresas (estudios) que deberán gestionar sin tener ni idea?

Además, los catedráticos y profesores de las Escuelas de Arquitectura son absolutamente reacios a cualquier cambio en el plan de estudios. Porque hay muchos intereses incrustados. Las escuelas de arquitectura de España son chiringuitos que el personal docente suele utilizar para garantizarse posiciones de poder sobre los compañeros de profesión. Cualquier arquitecto que haya estudiado aquí sabe a lo que me refiero. Y entre tanto nuestra profesión sigue perdiendo credibilidad en la sociedad. Nos acabarán viendo como pintamonas. Ya veréis.

Es bastante común ver a ingenieros dirigiendo empresas internacionales. ¿Cuántos arquitectos conocéis que lo hagan? Yo tampoco. Hace unos días, Paloma Sobrini, decana del Colegio de Arquitectos de Madrid, nos mandaba una carta a los colegiados donde nos indicaba que se había logrado que Bolonia nos reconociera el título Máster. Menos mal. Los ingenieros ya lo tenían garantizado. Es un ejemplo de lo que quiero expresar. Nos quedamos atrás.

Lo peor son las consecuencias de esa mentalidad que nos inyectan. Con la crisis, muchos estudios de arquitectura han tenido que cerrar y muchos compañeros se han visto en la calle. Y lo peor es que no hay perspectiva de cambio. Yo creo que el periodo de tiempo en el que te salían proyectos al levantar una piedra del suelo se ha acabado. No es que vaya a volver, es que se ha acabado. Vendrá otro, pero no como el que habíamos vivido. Y muchos de estos compañeros en paro no digieren que eso pueda ser así, lo que les lleva a no tener capacidad de reacción y a ir consumiendo poco a poco su prestación social.

Señores arquitectos, responsables de la formación de los estudiantes de arquitectura: ¡¡hay que espabilar!!

5 comentarios:

  1. Estimado Jositomon: mi nombre es Miguel A. Antoñana, soy titular de los blogs
    http://www.enunblog.com/eltasadorpampeano/
    http://www.enunblog.com/eltasadorpampeano2/
    http://www.enunblog.com/eltasadorpampeano3/
    http://www.enunblog.com/eltasadorpampeano4/
    http://www.enunblog.com/eltasadorpampeano5/
    http://www.enunblog.com/eltasadorpampeano6/
    Radico en Santa Rosa, provincia de La Pampa, Rep. Argentina; y debo decirle que cada profesión evolución en función de sus necesidades. De cualquier manera, y ya que trata de tasaciones, es mi humilde opinión que la actividad es multiprofesional. Ergo, un arquitecto, por más que tenga preparación de grado, no tienen los conocimientos necesarios para tasar un predio rústico. Lo que sí estoy convencido, que debiera haber una carrera de grado específica en la actividad del TASADOR, en la cual, luego de varios años de estudio, salga preparado para poder intervenir en todo proceso valuatorio (sea cual fuera el bien). Quedo a su disposición. Atte.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu comentario, Miguel Angel. Completamente de acuerdo en que esta es una disciplina multidisciplinar, de hecho, y enlazando con la segunda parte de tu comentario, en España un arquitecto no esta abilitado para tasar fincas rusticas. Solo lo puede hacer un ingeniero agronomo.

    No se si es necesaria una carrera especifica para valorar inmuebles. No lo creo. Pero si mas formacion en ese sentido, para el que opte por esta especializacion.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Antes de nada, quiero presentarme, soy Carlos Puntas y soy arquitecto, formado en la Universidad de Sevilla.

    El arquitecto español actualmente y tal y como está montado el sistema, se puede asemejar a una célula madre con mucho potencial en muchos ámbitos pero sin terminar de especializarse en algo que la convierta en útil para el sistema.

    La enseñanza en la Arquitectura debiera plantear una primera fase de no más de dos años en la que mostrar a los alumnos todas las posibilidades de actuación real además de descartar a aquellas personas que no encajen en la profesión, y una vez completada esa fase, tomar un camino específico y aspirar a ser una profesión puntera en ese ámbito concreto.

    Es indignante que muchos alumnos de F.P. salgan mejor preparados que nosotros en cuanto a delineación (por poner un ejemplo), y no lo digo por los que estudian F.P. que me parece una opción igualmente respetable, sino que los que hemos tomado el camino más largo, no encontramos al final ningún beneficio salvo la realización personal.

    Es sabido por todos que quien mucho abarca, poco aprieta. Y la ventaja que le veo a un ingeniero respecto a un arquitecto es que el primero ha sabido especializarse, el segundo todavía cree posible saber de todo y controlar todo el proceso a la hora de llevar a cabo un proyecto del tipo que sea. Deberíamos ser un poco más humildes y aprender de ellos, además creo que esencialmente deberíamos ser lo mismo, e incluso tener esa fase inicial de dos años que fuera común a ambos.

    Enhorabuena por el blog.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Carlos y bienvenido.

    Sin duda la especialización es uno de los puntales para renovar nuestra profesión. Aunque yo no sé si es el único. Tampoco puedo decirlo porque no estoy metido en el día a día de la vida académica. De lo que sí estoy seguro es de que nos quedamos atrás, y en las universidades no se hace nada para luchar contra ello. Mal nos va a ir.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Hola Jositomon¡¡¡ Soy el apa, delblogdeapa.com y nosotros los arquitectos técnicos nos vemos afectados también por esas miradas, como tu bien dices, ¿un arq. técnico o un arquitecto financiero?. ¿Y porque no?, un constructor puede ser cualquiera y además no tiene la mayor de las veces ningun estudio. Lo de los colegios y planes de estudios, etc.. lo mismo pasa con los aparejadores. Supongo que será el sistema en el que estamos metido y no se si en un futuro se cambiará la mentalidad de avanzar y evolucionar. Pero como no lo hagamos, vamos apañaos. Para que os hagais la idea, en cuanto arquitectos técnicos se refiere: En cada provincia hay un colegio independiente de otro, y por lo tanto cada colegio parece un feudo. Donde cada uno estable sus propios criterios de visado y solicitud de documentación para determinados trabajos (muchas veces no tienen nada que ver unos con otros). Y para más Inri, no existe un programa de gestion colegial único, etc.. Mucha chicha para decir aqui.

    saludos.

    ResponderEliminar